lunes, 18 de septiembre de 2017

El arte de improvisar y sus ventajas en la música

Si tienes un momento de inspiración, atrévete a darle rienda suelta a tu creatividad y canta lo que se te ocurra.
Si tu trabajo gira entorno al mundo artístico o te ha tocado dar discursos frente a muchas personas, seguramente has pasado por momentos en los que la presentación no sale tal y como estaba planeado, y te has quedado frío en la escena sin saber qué hacer.

Siendo más específicos, estas situaciones son muy recurrentes en el mundo musical, y se necesita cierto nivel de experiencia para tomarlo con calma y naturalidad, de modo que el espectáculo no sufra mucho y el público siga disfrutando del momento.

¿En qué te beneficia la improvisación?

Por supuesto que no solo se improvisa cuando hay un problema. También puedes hacerlo si estás en una presentación en vivo, has ensayado lo suficiente con tus instrumentistas y te sientes inspirado. Podrías intentarlo con vibratos, palabras y melodías que no salgan de la estructura musical de la canción para que tu banda pueda seguirte.

La improvisación nos ayuda a mejorar nuestro sentido musical en aspectos teóricos, técnicos y rítmicos. Además, es un excelente ejercicio para aprender, y sin duda, uno de los más divertidos.

Si tienes problemas para la improvisación o te da miedo intentarlo, en esta nueva entrada de Aisha Stambouli, te contaremos sobre los elementos que puedes usar para inspirarte al momento de improvisar, contra qué circunstancias puede ayudarte y cuándo no te recomendamos utilizarla.

¿Qué puedes usar para inspirarte a improvisar?

  • Utiliza tu ritmo y armonía como base, guía e inspiración en el momento.
  • Busca un motivo: piensa y analiza una pequeña frase de la lírica de la canción y deja fluir tus ideas.
  • Improvisar no es cantar notas sueltas. Pon en práctica tus estudios en teoría musical y explora las diferentes escalas para crear arpegios mientras haces vibratos.
  • Los silencios forman parte de la música, así que aprovecha esos momentos y úsalos sabiamente para buscar las notas correctas y seguir cantando.
  • Desplazarte por el área que te estás presentando te ayuda muchísimo a buscar nuevos matices de la misma tonalidad, además de mostrar que lo estás disfrutando.
  • Experimenta cantar una misma frase a contratiempo, alargando las vocales y haciendo pausas en donde antes no las hacías, puede darte otra perspectiva de la canción.

¿Contra qué imprevistos puede ayudarte la improvisación?

  • Si tu memoria no es tan buena para ello o no practicaste suficiente la canción, puedes improvisar cantando notas dentro de tu rango vocal y siguiendo la línea melódica principal.
  • Ten en cuenta que tienes a otros músicos contigo en la presentación. Si se rompe una cuerda o se cae un instrumento, puedes usar tu talento para distraer al público y centrar su atención aún más en ti.
  • Cuando viene una nota difícil y crees que no podrás alcanzarla, usa nuevamente tus conocimientos musicales y cántala en una octava diferente o cambia un poco la melodía.
  • Es posible que el ruido de los instrumentos no te dejen escuchar tu propia voz y tengas que moverte a través del escenario y busca un punto en el que te escuches. Deja que la audiencia cante contigo mientras logras conseguir ese lugar.
  • Si tú o uno de tus músicos se equivocan, no sería buena idea interrumpir la canción para hablar sobre ello. Ubica el punto por donde debería ir la canción y, ¡sigue cantando!
  • Alguien del público se emocionó demasiado y se montó en el escenario para cantar contigo. Puedes bromear un poco, pero no hace falta parar la canción. Retírate hacia un lado hasta que alguien de tu equipo bajen al admirador mientras sigues cantando.

¿Cuándo no es bueno improvisar?

  • Si sientes que tu voz no tiene el mismo alcance que otras veces, deja esas melodías para otra ocasión en la que te sientas mejor.
  • Tu banda siempre irá a tu ritmo, pero recuerda que si no ensayaste previamente con ellos, improvisar melodías nuevas y por un tiempo que ellos desconocen, puede llevar a errores difíciles de olvidar para tu público.
  • Deja la espontaneidad para los conciertos. Si estás grabando una canción, lo más lógico es que sigas una estructura relacionada con la pista de fondo para que no suene extraño ni se haga tan largo, a menos que esa sea precisamente tu intención.
Improvisar durante una canción puede dar un poco de miedo, pero no te preocupes. Con una práctica constante puedes desarrollar tu talento.

¿Crees que esta información te ayudará en tus próximas presentaciones? Comunícate con Aisha Stambouli a través del blog y las redes sociales y cuéntanos si has tenido experiencias en las que has tenido que improvisar. Sigue leyendo su blog para aprender más sobre la música y recuerda, ¡el show debe continuar!


Instagram: AishaStambouli

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